¿Qué era gato? Sustantivo… ¿Nombre común? La verdad, no
recuerdo cómo iba aquello. Gato fuiste tú, naranja y gordinflón. Ahora mi gata
es ella, negra, pequeña y reservada. Ella ahora me enseña a caminar con
cautela, o al menos eso intenta. Qué bonita es ella. Tiene unos ojitos
amarillos, como el sol en el puerto, brillando con curiosidad.
Llena de buena voluntad ahora ella me acompaña, me coge de la
mano cuando más lo necesito y a veces solo necesito su maullar. Quizá me
precipite y pronto encuentre a una compañera mejor que yo, pero por el momento,
miramos juntas a la luna sobre los tejados del día a día. Con ella un poco de
mi torpeza se contrarresta. Creo que nunca encuentro las palabras adecuadas
para que ella comprenda lo que está haciendo por mi.
Te he contado tanto que temo que me odies algún día. Perdóname si lloro demasiado, perdóname si te ladro demasiado,
perdóname si me emociono con frecuencia, perdóname si te asusto. No te extrañes,
tantas cenizas y serrín en el cerebro apenas dejan salir a los buenos pensamientos.
Un 19 de abril
2014
Qué bonito es el número 19, ¿no?
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