¿Sabes? Hace un par de semanas en la esquina izquierda de mi sentido común, al lado de mi subconsciente sentía una especie de picor. Como si algo quisiera que le prestara atención. Una noche le pregunté a la almohada. Esta decía que era culpa de la Luna por recordarme a ti. Así que traté de escalar con la ayuda de las cortinas a la red donde una vez encarcelaron a las estrellas. Resbalé por el camino. Me agarré a las nubes donde me quedé atrapada. El amanecer llegó y me dejé caer. No había modo de encontrar a la Luna con el Sol alumbrando la bóveda.
Y así pasaron las noches, sin poder alcanzar la Luna hasta la noche en que vino a mis sueños y me preguntó:
Y así pasaron las noches, sin poder alcanzar la Luna hasta la noche en que vino a mis sueños y me preguntó:
1 comentario:
Es increíblemente emocionante, y, la verdad... No tengo palabras para decir nada más sobre este texto.
Simplemente, me encanta.
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