martes, 15 de noviembre de 2011


Un cacho de felicidad en cada roce. Un poco más de vida en cada bocanada de aliento. Algodón de azúcar en cada caricia, en cada mordisco. Un robo a mano armada humedecido en los labios. Un recuerdo en cada beso, y un mundo en recuerdos. Miel dulce en los ojos y abejas en el estómago. Manos inquietas removiendo almas. Removiendo palpitares. Tintineos en palabras, cascabeles en susurros, plumas en gemidos. Para mi marchito y encogido corazón tan solo un recuerdo del pasado. Recuerdos como fotogramas grabados en la corteza de mi alma. Dosis de heroína camufladas en palabras que vuelan solas. Droga demasiado cara que no todo el mundo se puede permitir. 


Hay personas con dosis de sobra, que se sienten extremadamente felices, extremadamente extasiadas. 

Dedico está entrada, a una de esas sombrereras que anda sobrada en besos. Sobrada en sonrisas, en escalofríos, en amor para variar. Una Peter Pan a la que quiero como una hermana y por la que me alegro enormemente. Porque los besos nunca están demás, porque por fin los ha conseguido, y ahora la veo radiante. Por eso y porque siga brillando a lo “Vampírico” por mucho tiempo. Mucho, mucho, mucho tiempo.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Wooooou, muchas gracias de verdad :)
Sí, espero brillar mucho tiempo, y sé que no debo ser negativa, pero esto de apagarse y encenderse es solo cuestión de azar. Y en cualquier momento te tocará brillar a ti.

Javier Copado dijo...

Que brille eternamente a lo "vampírico" también le deseo yo.
Todo un detalle