sábado, 3 de diciembre de 2011

Una vez en Noviembre

Se sentó. Se ajustó el gorro de lana, las orejas se le estaban congelando. Sacó de los bolsillos de su gabardina unos guantes de lana también. Se los puso con mimo. Y contempló entonces el mar. La luz de una farola parpadeaba a su derecha. Y el banco humedeció el algodón de su gabardina. Cerró los ojos. Y dejó que la música de las olas le llenara el alma. Respiró hondo, y dejó que la garganta se le helara dejando entrar el gélido aire. Se frotó las ingles a través de los pantalones. Había empezado a dejar de sentir los pies. Entonces recordó. Se levantó. Y comenzó a caminar. Recorriendo los pasos ya anteriormente andados. 

Se aceleró. Su bufanda cayó al suelo. Se giró violentamente. Y como si de su fantasía más repetida se tratase ahí estaba él. Respiraba agobiado. Se agachó a recoger la bufanda. Ella se quedó paralizada. Sus ojos se posaron en los suyos. Abiertos, perplejos, perdiendo la habilidad de parpadear. 

  
- Sabía que estarías aquí.

Este se acercó a ella. Le devolvió la bufanda. No llevaba guantes. Sus dedos enrojecidos atravesaron la lana de sus guantes y le dijeron a sus manos lo frías que estaban.  Ella, rápidamente se abalanzó sobre él.  Dejó que sus heladas orejas le rozaran el rosto. Que su nariz congelada le helara los pómulos y que sus brazos le clavaran el frío por todo el cuerpo. Inhaló aquel aroma a pasado, ilusión, amor, a odio y a final. Hasta que, inevitablemente, templadas lágrimas comenzaron a dejarse caer por las pestañas sobre su cara. El se apartó. La miró. Y la besó como si no hubiese un mañana. Compartiendo el salado de su rostro y el sabor de aquellos amargos recuerdos. El frío de su corazón empezó a ser cosa del pasado. Y ya solo le quedaban las canciones de las olas. Llenando sus pensamientos, y embalsamando su corazón.  

3 comentarios:

Javier Copado dijo...

Estas historias siempre son buenas de leer en ciertos momentos. Gracias por ella.
Genial =)

Lucia's Box dijo...

Historias como esta te hacen creer más y más en el amor,¿no crees?Es bueno,dar un poco de esperanza al mundo.

Me iré pasando por aquí,me gusta bastante tu blog:)

- dijo...

Que historia más calida, a pesar del ambiente gélido en el que transcurre.
<3